martes, 14 de diciembre de 2010

~Por soñar, soñaría sólo contigo.

Mientras él duerme contigo todo es perfecto. Le oyes respirar fuertemente, inhalando el aire alrededor de tu nariz. Sonríes. Abres un ojo esperando encontrarte con su cara. Helo ahí, en sueño profundo; sus labios se han abierto tímidamente para abarcar más aire, y ahora te parecen más apetecibles que nunca. Antes te hubieras lanzado a por ellos, mordiéndolos con pasión, pero ahora, por miedo a despertarlo, sólo alzas un dedo y lo pasas dulce y lentamente por su labio inferior. Pero las ganas te pueden, parece que lo haces con más fuerza de la esperada... y mueve un poco su cabeza.

...

Tu mente duda. Deseas desesperadamente besar aquellos labios que te pertenecen, pero también velas por su sueño y por su comfort. Optas finalmente por seguir acariciando ese suave pelo que cubre la cabeza de quien yace a tu lado.

Déjame preguntarte: ¿Ha valido la pena?
Sí, la vale. Vale cada segundo que pasas junto a ÉL. Vale la pena aguantar unas horitas sin besarle y demostrarle tu amor. Vale la pena porque AQUÉL que dormita junto a ti es la persona que sostendrá tu cabeza mientras duermas y hará de tu cabello un enredado lío, para después despertarte con una sonrisa dulcemente acompañada por un...

"buenos días, princesa".

0 comentarios:

Publicar un comentario